Cookieless es un vocablo que surgió para definir la desaparición de cookies de terceros, también conocidas como third-party cookies.
Las cookies son aquellos datos que están registrados en el historial de navegación de un usuario y las cookies de terceros, o third-party cookies, son aquellas que instala una compañía diferente a la dueña del sitio web que visitamos o también aquellas que instalan los servicios de publicidad para mostrar sus anuncios con mayor asertividad, haciendo remarketing, por ejemplo.
En el caso de la cantidad de usuarios que utiliza Google Chrome, Google recopila esos datos, utilizándolos, por ejemplo, para optimizar las campañas de Marketing Digital.
Sin embargo, el 14 de enero de 2020, Google comunicó que los datos de terceros ya no estarían disponibles para las empresas y que poco a poco habría un proceso de discontinuación que culminaría en 2022. No obstante, recientemente ese plazo fue extendido hasta 2023.
De esta forma, el cookieless hace más difícil que los profesionales de marketing puedan hacer seguimiento de los usuarios para entender mejor su comportamiento, así como evaluar el resultado de las estrategias de Marketing Digital y obtener otros tipos de información.
¿Cuál es el origen del cookieless?
La desaparición de las cookies de terceros no es algo nuevo, la idea del cookieless surge con la aplicación del GDPR, el Reglamento General de Protección de Datos de la Unión Europea, en 2018, ya que este documento considera a las cookies como un dato de información personal.
Casi paralelamente, entra en vigor la Ley Orgánica de Protección de Datos en Europa, en 2018. Con esa ley las empresas necesitaban el consentimiento explícito de los usuarios para utilizar cualquier dato obtenido en sus campañas publicitarias.
Asimismo, diversos países empezaron a crear límites y restricciones para el manejo de cookies y la necesidad de avisarle al usuario sobre su almacenamiento. Hoy en día, es raro el sitio web que no te muestre cuando entras un aviso informándote o pidiéndote tu consentimiento para el uso de cookies.
A partir de esas reglamentaciones, el cookieless cada vez va tomando más fuerza e incluso navegadores como Safari y Firefox ya habían tomado la iniciativa, mucho antes que Google, para bloquear las cookies.